Vista en picado de cuatro de los coches, situados sobre la vía del muelle. A la derecha, un grupo de estibadores sujeta con cables, el arnés utilizado para la descarga. Al fondo un nutrido grupo de personas se arremolina junto a uno de los edificios del puerto.

Plano general, en el que aparece el grupo de estibadores aguardando el momento de reanudar los trabajos, mientras se protegen de la lluvia bajo sus capotes. En segundo plano se aprecian dos de los coches situados sobre el muelle, y junto a uno de ellos, otro grupo que se resguarda con paraguas. Al fondo se yergue la proa del mercancías "Monte Moncayo"

Vista de la entrada al almacén de maderas de José de Ereño Goiri, donde se guardaron los remolques hasta la llegada de las locomotoras, para formar posteriormente las ramas, y mandarlas a Madrid.

Vista lateral de cuatro de los coches, colocados ya en la vía del muelle, y segregados aún entre sí. Al fondo se distingue parcialmente una de las grúas, y los montes que rodean la ensenada de Pasajes. El ambiente portuario se muestra también en el noray y las amarras, que se ven en primer plano a la derecha.

Vista general del muelle donde se está desarrollando la acción. Sobre él se encuentran ya dos de los remolques. Tras ellos se ve la proa del mercancías "Monte Moncayo", y al fondo, parte de los montes que rodean la ensenada de Pasajes.

Vista lateral, tomada en contrapicado, de uno de los remolques, suspendido del arnés de la grúa que facilita el desembarco. Los cristales de las ventanillas van protegidos.

Vista lateral de uno de los remolques, situado ya sobre el muelle, si bien aún está unido a la plataforma de madera, y al arnés de la grúa. En primer plano, cuatro personas observan el interior del vehículo.

Plano en tres cuartos, de tres personas caminando junto a los remolques situados en el muelle. A la derecha se encuentra Lucas María de Oriol, en el centro una persona sin identificar, y a la izquierda posiblemente un agente de aduanas del puerto.

Vista del interior del almacén de maderas de José de Ereño Goiri, donde se guardaron los remolques hasta la llegada de las locomotoras, para formar posteriormente las ramas, y mandarlas a Madrid.

Vistas en las que un grupo de personas, posiblemente periodistas, observan atentamente los detalles de uno de los remolques, y de las plataformas en que se han trasladado.