- ES 28079. AHF D-1-2-1-2-PHO-0002-0033
- Unidad documental compuesta
- 2002-11-19
Parte deColecciones
RESUMEN DE LA ENTREVISTA:
José Sol Morato fue agente de aduanas como su padre pero durante la guerra civil comenzó a jugar al futbol, jugó 2 ó 3 partidos en primera división, y luego fue fichado por diversos equipos hasta que consigue un permiso y va a ver como está la casa de Portbou, y de allí se va a ver a su madre que estaba en Galicia con un hermano suyo y en 1942, después de que le ha fichado el Atlético de Madrid, y de haber terminado la quinta se vuelve a Portbou.
José López Ortiz fue desde 1942 enganchador de la RENFE, pero al cobrar tan poco pidió cinco años de excedencia y al terminársele y no presentarse abandonó la RENFE y comenzó a trabajar en una empresa llamada Profesa. Llega a Portbou con su madre y sus hermanos, al estallar la guerra manda a su familia a Perpiñan, y él se queda en la casa hasta que viene el ejército y le requisa la casa. Entonces, es cuando se marcha al frente y allí se queda hasta que termina la guerra, y cuando vuelve encuentra la casa quemada.
José Muñoz Arabin es un ferroviario en activo que trabaja en Portbou, pero ha sido jefe de terminal en Lérida, y ha llevado los recursos humanos de Tarragona, y también estuvo 19 años de jefe de estación en Mora la Nova, y anteriormente estuvo 3 años en la frontera de Portugal, en Fuentes de Oñoro y otros 4 años de militar, y acabó en año 68.
Durante la Guerra Civil, sufrieron bombardeos que destruyeron las casas pero lo que querían destruir era el puente de Alcover. El ferrocarril se reanuda poco a poco.
Portbou estaba formada por los agentes de aduanas, los ferroviarios, los comerciantes y la policía, y hay una buena relación entre ellos. La colonia de ferroviarios estaba formada por 70 ó 80 personas que comprendían todas las profesiones y vivían en unas casas que eran conocidas como casas grandes, todo el mundo tenía casa y las que eran de RENFE estaban bien dotadas.
Nadie que viva en Portbou es de allí, porque el pueblo se creó a raíz de la construcción del túnel. Había escuelas pero eran públicas, no de la RENFE; y la Iglesia que existe la construyo MZA. La vida económica y de apogeo de Portbou poco a poco ha ido a menos, en el caso de los agentes de aduanas fue a causa de la construcción de la carretera de la Junquera, porque como la vía española era más estrecha que la vía francesa tenían que realizar el traslado, pero con la carretera se redujo un 80 %. De aquí a una parte el personal del ferrocarril ha ido disminuyendo, porque las cosas antes no estaban mecanizadas y hoy en día sí, nos cuentan como era el trabajo en la aduana.
Algunas estaciones como Portbou son estaciones que sirven para formar a los futuros ferroviarios, porque en ellas se tocan todas las actividades que giran en torno a la estación, pero Portbou no se considera una estación de castigo, sólo que al estar aislado de todo, casi nadie la quiere y mucha gente opta por marcharse.
La vida cotidiana en Portbou estaba formada por dos peñas e iban orquestas de todas partes de España, en los años 80 el pueblo contaba con 50.000 habitantes, pero ahora sólo cuenta con 1.000, comentan que tú podías tener un trabajo fijo pero que si se necesitaba gente en otro sitio y podías ir te pagaban. Había un tráfico regular de mercancías y de viajeros, pero luego había un tráfico especial, como cuando era la vendimia. Las fiestas se celebraban en torno al 25 de julio y luego había otra para
Reyes, y RENFE ayudaba económicamente. Nos cuenta que antes de que subieran el peso en Francia, los españoles iban a Francia a comprar y los franceses venían a España a comprar.
Mucha gente que se ha jubilado se ha marchado de Portbou, esto hace que en invierno haya muy poca gente y en verano se llene. Mucha gente no quiere vivir allí porque la vida es cara al estar en la frontera, y porque los medios de comunicación son muy escasos.
Polo Muriel, Francisco (Entrevistador)