Entrevistas

Taxonomía

Código

Nota(s) sobre el alcance

Nota(s) sobre el origen

Mostrar nota(s)

Términos jerárquicos

Entrevistas

Términos equivalentes

Entrevistas

Términos asociados

Entrevistas

2 Descripción archivística resultados para Entrevistas

2 resultados directamente relacionados Excluir términos relacionados

Entrevista realizada a Antonio Tapiador Zenner por Francisco Polo Muriel, en Algodor (Madrid), el día 21 de noviembre de 2002. Consta de 1 cinta-casete, 82 minutos y 58 segundos de grabación y 25 páginas de transcripción realizada por Elena de Luis Roldán

  • ES 28079. AHF D-1-2-1-2-PHO-0002-0002
  • Unidad documental compuesta
  • 2002-11-21
  • Parte deColecciones

RESUMEN DE LA ENTREVISTA:
Nació el 10 de marzo de 1921 en la ciudad de Córdoba. Hijo de ferroviario, maquinista, quedó huérfano de padre a los 13 años. Su bisabuelo por línea materna, de origen alemán se afincó en España, y residió en las ciudades de Ciudad Real y Córdoba. Vino a España a trabajar como ingeniero en la construcción del Ferrocarril de Córdoba a Sevilla. Su abuelo por línea materna también continuó con la profesión ferroviaria al ejercer como maquinista. Él es el mayor, teniendo otras dos hermanas, siguiendo una de ellas también la vinculación ferroviaria al pertenecer al cuerpo de maestros de RENFE.
A los 8 años se traslada de Ciudad Real a Almorchón, al resultar ascendido su padre de fogonero a maquinista, donde permaneció hasta los trece años de edad, momento en el que falleció su padre a causa de enfermedad, y se trasladó con su familia a Córdoba, lugar en el que cursó el bachillerato hasta que estalla la Guerra Civil en 1936, terminando sus estudios de instituto en Badajoz, ciudad en la que reside con su familia acabada la guerra. Posteriormente cursa la carrera de Magisterio, y prepara oposiciones, ingresando como maestro en la estación de Linares-Baeza en el año 1942. Allí estuvo hasta 1955, momento en el que ingresa en calidad de ingeniero en la Metalúrgica de Santana, en Linares, gracias a los estudios de Perito Industrial que realizó durante los años que estuvo de docente en la estación. Desarrolló esta actividad de 1955 a 1969, fecha en la que se dedicó al cálculo de estructuras metálicas de régimen de autónomo en la ciudad de Córdoba. Finalmente en se jubila en 1976.
En cuanto a la vida en Almorchón comenta que aunque las condiciones eran humildes, sin agua en las casas ni luz eléctrica, expone que su vivienda era espaciosa, en parte debido a la condición de maquinista de su padre, empleo que junto al jefe de estación, el maestro de la escuela y el asentador de vía y obras, estaban mejor considerados que el resto, aunque el ambiente era bueno e incluso familiar. No obstante, reconoce el entrevistado que Almorchón no tenía servicio médico ni guarnición de guardia civil, ni alcalde, dependiendo de lo establecido en el cercano pueblo de Cabeza de Buey. En la primera posguerra incluso se contemplaba al lugar como destino del personal ferroviario depurado.
En Linares-Baeza en un principio no había médico ni cura, dependiendo de Linares, pero debido a la mayor capacidad de una ciudad como Linares frente a Almorchón, no se pasó mucha necesidad en unos años muy precarios como los de la primera posguerra, exceptuando 1943.

Polo Muriel, Francisco (Entrevistador)

Entrevista realizada a Pedro Prada Mora por Francisco Polo Muriel, en Almorchón (Cabeza de Buey, Badajoz), el día 25 de octubre de 2002. Consta de 1 cinta-casete, 91 minutos y 16 segundos de grabación y 31 páginas de transcripción realizada por Elena de Luis Roldán

  • ES 28079. AHF D-1-2-1-2-PHO-0002-0001
  • Unidad documental compuesta
  • 2002-10-25
  • Parte deColecciones

RESUMEN DE LA ENTREVISTA:
Pedro Prada Mora nació en Almorchón (Cabeza de Buey, Badajoz) el 29 de diciembre de 1929. Hijo de ferroviario, fue el segundo de ocho hermanos, cuatro de los cuales (incluido él mismo) ingresaron en RENFE. Informante para temporadas en el poblado ya que disfruta de una vivienda en régimen de alquiler. Tiene dos hijos, uno de ellos, el varón, es ferroviario. Su relación laboral con el ferrocarril se inició en 1948 cuando comienza a trabajar como auxiliar administrativo en la concesión del economato de RENFE existente en aquellos años en el poblado de Almorchón. En el año 1962 ingresa oficialmente en RENFE al traspasar personal de los concesionarios economatos de RENFE a dicha empresa pública. Se jubiló en 1989 como jefe de Oficina de Segunda. Su último destino fue Alcázar de San Juan en las oficinas de los talleres de Material Remolcado existentes en dicha localidad. Estuvo viviendo en Almorchón hasta que se licenció del servicio militar, que fue en agosto de 1954. Siguió y sigue manteniendo contacto con el poblado. Su padre desempeñó gran parte de su vida activa como Jefe de Estación de Almorchón.
Pedro nos cuenta las cosas que había en el poblado: había una escuela, con dos pabellones, uno para niños y otro para niñas. El personal que había era un maestro, una maestra y una auxiliar. Para los chicos la salida era RENFE y las chicas solían hacer corte y confección, aunque alguna acabó también en el ferrocarril. Como no había bachiller ni siquiera en Cabeza de Buey, los chicos se hacían ferroviarios. También había una iglesia, capilla con campanario, donde se celebraban las misas y comuniones. El cura vivía allí permanentemente. Había también una tienda y una carnicería.
Las viviendas eran de diferentes tamaños, el informante vivía en una con cuatro habitaciones para 11 personas, con un comedor y el servicio en el patio. Cuando era pequeño se alumbraban con quinqué (la electricidad llegó sobre el año 45-46), y no tenían agua corriente, tenían que traerla de los depósitos. Sí tenían algunos animales, como gorrinos, gallinas y conejos y pequeños huertos, por los que tenían que pagar unas pesetas a RENFE.
El poblado contaba con una brigadilla de orden para vigilancia de forma permanente, que entre otras cosas vigilaban las carboneras y actuaba de forma contundente. También había un médico, un ATS y llegó a haber un alcalde pedáneo, que por muchos años fue el padre de Pedro.
Almorchón está cerca del frente durante la Guerra Civil, sufren los bombardeos, los trenes de refugiados y la destrucción de sus casas. Muchos se van a vivir al monte, y más tarde a un vagón marchándose a Almendralejo. Con el final de la guerra muchos ferroviarios sufrieron las consecuencias de la depuración posterior.
Los lugares de encuentro en el poblado eran la pista de baile y la cantina. Los jóvenes jugaban al fútbol en el campo de futbol que había en el poblado, y llegaron a formar un equipo, el Club de Futbol de Almorchón, y competían con otros pueblos. En la escuela, los niños representaban obras de teatro.
En Almorchón celebraban algunas fiestas, como la romería a la ermita de la Virgen de Belén (27 de septiembre), la celebración de las pascuas, que adornaban con madroños y abrían las casas para tomar algo con los demás vecinos. También celebraban La Candelaria.

Polo Muriel, Francisco (Entrevistador)