Vista de una tajea de gran tamaño de forma tubular, a modo de paso inferior, bajo una explanada y varias de pequeño tamaño, también tubulares, junto a la anterior.

Vista del interior de uno de los coches de viajeros de una rama de Talgo III realizada desde el pasillo central. Se observan los asientos de frente, en contra del sentido de la marcha. Éstos están tapizados con una tela de color azul marino con el reposacabezas blanco. En los extremos, observamos los ventanales cubiertos por unas cortinas con un diseño a rayas en tonos blancos, amarillos y marrones. Al fondo se aprecia la puerta de acceso desde la plataforma abierta, lo que permite observar la continuidad con el siguiente coche.

Detalles del puesto de vigilancia de una cabina de Talgo III.

Detalles de los mandos del puesto de conductor de una locomotora encargada de remolcar una rama de Talgo III.

Vista del interior de un coche de viajeros de Talgo III. A ambos lados vemos las dos filas de asientos ocupadas por varios viajeros. En los extremos, se observan los grandes ventanales cubiertos por las cortinas de rayas. En la parte superior de la imagen, vemos los portaequipajes ocupados por los enseres de los pasajeros.

Detalle del interior de un coche de viajeros de Talgo III. En primer término a la izquierda vemos una pareja de asientos. En la parte superior de la imagen, se abre el amplio ventanal através del cual se observa un coche de primera clase de otra rama del mismo modelo.

Retrato del vigilante comunicándose por teléfono y haciendo algunas anotaciones desde el puesto de vigilancia de una cabina de Talgo III.

Vistas laterales de una rama de Talgo III completa, marcando el eje transversal de la parte inferior de la imagen, circulando por una vía sin identificar.

Vista lateral de una rama de Talgo III completa avanzando al pie de la Sierra de Guadarrama, ocupando el eje transversal de la imagen, en un segundo plano. En primer término, un campo cubierto de vegetación baja y arbustos se extiende hacia la vía. Al fondo, sobre las faldas de la sierra, se aprecia el Monasterio y tras él, el Monte Abantos.

Vista en picado, en la que la composición, remolcada por una locomotora diésel 352, se dispone a cruzar un tramo metálico. El tren circula por una línea electrificada de vía única, que podría ser la que atraviesa el paso de Despeñaperros. A ambos lados de la misma, se aprecian las faldas de la montaña, cubiertas de vegetación.