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Historia de vida de Faustino García Linares, antiguo ferroviario de la Compañía MCP y de RENFE, que desempeñó distintas categorías profesionales, junto con un texto explicando el funcionamiento de un depósito de locomotoras de vapor, concretamente el de Madrid - Atocha, transferidos probablemente en la década de 1980 dentro de los fondos fundacionales del Museo del Ferrocarril de Madrid. El texto original de la historia de vida consta 25 hojas mecanografiadas y 1 hoja manuscrita en formato papel, y 19 páginas de transcripción realizada por Elena González Barrios. El texto original relativo al funcionamiento de un depósito de locomotoras de vapor consta de 8 hojas mecanografiadas, faltando la nº 3 de la narración, y 8 páginas de transcripción realizada por Elena González Barrios

  • ES 28079. AHF D-1-2-1-4-PHO-0004-0006
  • Unidad documental compuesta
  • 1989-02-01 - 1989-02-28
  • Parte deColecciones

  1. Historia de vida: Ingresa de aprendiz en el año 1920, con el sueldo de una peseta, entrando en talleres, y cuando cumple 18 años, se prepara para ascender a Ayudante, cosa que consigue. En 1926 es llamado al Servicio Militar y destinado a la cuadra de gastadores del Regimiento, donde presta servicio como fogonero en el Depósito de Máquinas de Madrid - Atocha. Cuando termina su servicio, se incorpora de fogonero auxiliar, haciendo relevos en vacaciones o enfermedades, y más tarde pasa a fogonero de Reserva, donde es designado para salir con la locomotora 703, en RENFE 230-2067, para remolcar trenes rápidos, hasta quedarse de fogonero titular. En 1934 aprueba el examen para maquinista, y el primer trabajo que hizo fue remolcar un tren de mercancías, pasando más tarde al servicio de viajeros. En el año 1939 le asignaron la locomotora 703, donde tuvo varios percances, el más grave fue una explosión de la locomotora, provocándole quemaduras en su cuerpo a causa del gran escape de vapor. Cuando retomó su trabajo, pasó a llevar viajeros, y en 1942, trabajando en el turno de noche tuvo paludismo. En 1946 pasa a dar clases a fogoneros y maquinistas, enseñándolos a remediar los problemas que pudieran encontrarse en ruta. En 1958 pasa al Depósito de Madrid - Atocha, concretamente a la reparación de las máquinas, realizando varias modificaciones de la serie 241 f 2200, lo que permitió evitar muchas averías en las locomotoras. Así, dotó a las máquinas de dos cojinetes de repuesto, y en caso de que uno se averiara, se pararía para cambiar la pieza y ponerse de nuevo en marcha, también realizó varias modificaciones en el sistema LENZ, etc. En 1974 se jubiló tras 53 años de servicio activo, aunque siguió colaborando con RENFE en relación con los rodajes de películas cinematográficas, así como con el Regimiento de Ferrocarriles, y muy especialmente, desde 1977 con la dirección del Museo Nacional del Ferrocarril para enriquecer los fondos de dicho museo.

  2. Funcionamiento de un depósito de locomotoras de vapor: La primera parte del texto, denominada "Cómo era y cómo funcionaba un depósito de locomotoras de vapor", se centra en las características y el funcionamiento en general de los depósitos de locomotoras de vapor, usando para ello la experiencia del entrevistado en el depósito de máquinas de la estación de Madrid - Atocha. Así, se explican las instalaciones existentes en el depósito de Madrid - Atocha, el personal que las atendía, etc. La segunda parte del texto, titulada "Grandeza y servidumbre del maquinista de una locomotora de vapor (o Vida y milagros de un maquinista de locomotora de vapor)", explica cómo se llegaba a ser maquinista de tracción vapor, y la finaliza ejemplificando con su propia experiencia.

Museo del Ferrocarril de Madrid (1984- )

Entrevista realizada a Ramona Martín Molina por Pilar Domínguez Prats, en la Fundación de los Ferrocarriles Españoles (Madrid), el día 5 de junio de 2000. Consta de 2 cintas-casete, 97 minutos de grabación y 47 páginas de transcripción realizada por Carmen Grandas Vergara

  • ES 28079. AHF D-1-2-1-1-PHO-0001-0003
  • Unidad documental compuesta
  • 2000-06-05
  • Parte deColecciones

RESUMEN DE LA ENTREVISTA:
Ramona Martín nació en Coslada, Madrid, el 15 de junio de 1930, en una casilla doble de la vía. Su padre era obrero primero de Vía y Obras y su madre guardesa en Humanes de Madrid. Apenas fue a la escuela pues quedaba muy lejos de la casilla donde vivían.
Describe cómo realizaba el trabajo de guardesa, primero su madre y luego ella, ya en San Fernando de Henares.
Su padre fue quien le propuso trabajar de guardesa y para ello tuvo que hacer el Servicio Social en Madrid, consistía en tres meses de costura y tres de lectura de textos falangistas. Tenía ya 21 años. Al año siguiente la hicieron fija.
Desde pequeña trabajó cuidando los animales que tenían en la casilla, estas tareas se compaginaban con el trabajo de guardesa. También cosía su ropa en casa.
Respecto al trabajo como guardesa describe cómo era la jornada de 8 horas en el paso, en una zona con mucho tráfico ferroviario (línea Madrid- Barcelona) y donde había nieblas con frecuencia por la cercanía del río Henares. El tráfico de la carretera venía de las fincas rurales de los alrededores.
En el trabajo se alternaba con su madre porque las dos estaban cerca del paso (en la casilla), mientras una hacía las tareas de la casa la otra vigilaba. Comenta la gran responsabilidad del trabajo y los peligros de accidente en día de niebla.
Los descansos de las guardesas los hacía un obrero de vía y obras, también eran los guardabarreras nocturnos. El control de su trabajo lo llevaba el capataz de vía y obras.
El sueldo de guardesa era muy poco en su opinión, una ayuda para la familia; ella se lo daba a sus padres para que lo administraran.
No tenía un uniforme de guardesa, sólo tenía que llevar un delantal azul marino con una tira roja.
Se casó con 25 años, su marido trabajaba en la base aérea de Torrejón de chófer, y poco después nació su hija. Continuó como guardesa y vivía en la casilla con su marido hasta que el niño tuvo que ir al colegio. Entonces pidió excedencia en RENFE toda la familia, sus padres y ella. Cuando ellos se marcharon quitaron el paso a nivel y no hubo más guardesas allí.
Después se fue a vivir a Torrejón y trabajó de ama de casa, hasta 1983, reingresa con la categoría de limpiadora hasta que se jubila. Su familia y ella son religiosos y apolíticos.
Ella muestra bastante aceptación de las condiciones de trabajo de RENFE y piensa que los trabajadores estaban contentos.
Describe con detalle el trabajo que realizaba con "los bichos", los cerdos, conejos y gallinas que criaban junto a la casilla.

Martín Molina, Ramona (Entrevistada)

Entrevista realizada a Lola Marchamalo (jubilada, sistemas de Venta de billetes y Gestión de Reservas), Mario Pavón (Control de Gestión, Administración y Compras de Servicio Público) y Carmen Camarón Jiménez (Dirección General de Viajeros), por Domingo Cuéllar Villar y Pilar García Fuertes, en el interior del Coche-restaurante R12-12954, ubicado en la nave central del Museo del Ferrocarril de Madrid, el día 9 de febrero de 2015. Consta de 1 archivo audiovisual en formato avi (3,99 GB), con 1 hora y 5 segundos de grabación (comprobar), y xxx páginas de transcripción realizada por Rosana Sánchez de Bustamante González y Leticia Martínez García

  • ES 28079. AHF D-1-2-1-4-PHO-0004-0003
  • Unidad documental compuesta
  • 2015-02-09
  • Parte deColecciones

En primer lugar se presenta Lola Marchamalo, licenciada en Matemáticas con la especialidad de Estadística. Narra su trayectoria en Renfe, desde su entrada en el año 1968 en el Departamento de Controles de Dirección, en el Centro de Cálculo, recién inaugurado el Sistema de plazas informatizado. Ahí estuvo trabajando en el desarrollo y evolución del sistema de venta y reserva de plazas. Más tarde se incorporó al grupo de Alta Velocidad, en el que trabajó hasta su jubilación.
En segundo lugar toma la palabra Mario Pavón, ingeniero industrial. Comenzó en el Departamento de Infraestructura, con proyectos de comunicaciones. Luego se incorporó a la Dirección Comercial de Viajeros, llevando proyectos de información al cliente. A continuación dirigió el Departamento de Marketing y Gestión de Calidad, en Regionales, y después el de Control de Gestión, Administración, Compras y Sistemas. De ahí pasó a Sistemas y Administración de Integria y posteriormente a Sistemas de Mercancías, en el Departamento de Atención al Usuario. Actualmente trabaja en el área de Servicio Público (FEVE, Regionales y Cercanías excepto Madrid y Barcelona), dirigiendo el Departamento de Control de Gestión, Administración y Compras.
En tercer lugar habla Carmen Camarón Jiménez, licenciada en Matemáticas con la especialidad de Investigación Operativa. Entró en Renfe en 1980, en un grupo denominado Descentralización de la Informática. En 1984 le encomendaron la mecanización de los talleres centrales de reparación. En 1989 se incorporó a Tracción –al disgregarse las unidades de negocio de Tracción y Circulación-, montando el sistema informático de ese departamento. En 1992 pasó a ser la responsable de la Informática Corporativa en general. En 1995 empezó a trabajar en Venta y desde 2008 dirige un equipo en el que Vicente es el responsable de la Venta y ella se encarga concretamente de la Informática Financiera.

Cuéllar Villar, Domingo (Entrevistador)

Entrevista realizada a Francisco Polo Muriel por Ana Cabanes Martín, en la sede de la Fundación de Ferrocarriles Españoles (Calle Santa Isabel 44, Madrid), el día 26 de julio de 2006. Consta de 2 cintas-casete, 76 minutos y 45 segundos de grabación y 28 páginas de transcripción realizada por Ana Cabanes Martín

  • ES 28079. AHF D-1-2-1-3-PHO-0003-0002
  • Unidad documental compuesta
  • 2006-07-26
  • Parte deColecciones

RESUMEN DE LA ENTREVISTA:
Francisco Polo Muriel, Paco, para todos los que le conocen, nació en Mérida, provincia de Badajoz el 21 de julio de 1965. Su padre era ferroviario, ingreso en RENFE en el año 1942 como mozo de estación, posteriormente ejerció el cargo de factor y el de oficial de oficina, cargo del que se jubila por enfermedad en 1972, fallece en 1977. Su madre se dedicó a sus labores, hasta enviudar, que comenzó a trabajar en un hotel como limpiadora. Tiene cuatro hermanos, de los cuales sólo una trabaja actualmente en RENFE.
En la actualidad Paco trabaja en la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, donde ejerce el cargo de jefe del Programa de Historia Ferroviaria en la Dirección de Documentación y Archivo Histórico Ferroviario.
En la entrevista relata su biografía y su situación familiar hasta su ingreso en el Colegio de Huérfanos Ferroviarios de León, en el que cursara BUP y posteriormente COU, y donde permanece internado desde el año 1979 hasta el año 1983. En su relato nos recuerda el ingreso como una situación traumática, sin embargo se adapta enseguida a la vida y la disciplina del colegio, y recuerda la experiencia como muy positiva. A lo largo de la entrevista Francisco Polo nos describe, de manera detallada, el sistema educativo del colegio, la vida cotidiana en el mismo, comidas, uniformes, ocio, actividades deportivas; recuerda a sus profesores y compañeros; nos detalla las instalaciones y el ambiente que se vivía en el Colegio; e incluso nos ofrece algunos detalles de la España de la época, los años ochenta, el golpe de Estado, la transición política y su vivencia particular de estos acontecimientos.
Finalmente, Francisco Polo nos cuenta su actividad profesional al salir del Colegio de Huérfanos Ferroviarios, y cómo este fue fundamental para su llegada a la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, donde se encontró con otros compañeros del Colegio de Huérfanos Ferroviarios.

Cabanes Martín, Ana (Entrevistadora)

Entrevista realizada a Francisco Cantón López, antiguo maquinista de tracción eléctrica, por Ramón Méndez Andrés, Patricia Melguizo Valdivia, Aurora María Gómez Muñoz, y Domingo Cuéllar Villar, en el interior de la locomotora eléctrica trifásica nº 3 de Andaluces (Brown, Boveri et Cie, Suiza, 1907) de la línea Gérgal-Santa Fe, ubicada en la nave central del Museo del Ferrocarril de Madrid, el día 24 de noviembre de 2011. Consta de 1 archivo audiovisual en formato avi (16,8 GB), con 1 hora, 23 minutos y 22 segundos de grabación, 7 imágenes digitales en formato jpg del entrevistado y entrevistadores posando en el interior del Museo, y 33 páginas de transcripción realizada por Lourdes Adán Prieto.

  • ES 28079. AHF D-1-2-1-4-PHO-0004-0002
  • Unidad documental compuesta
  • 211-11-24
  • Parte deColecciones

Francisco Cantón López, nació en Santa Fe de Mondújar (Almería), el 16 de septiembre de 1933, y empezó a trabajar como eventual de RENFE en el año 1951. En 1952 ingresó en la Agrupación de Movilización y Prácticas de Ferrocarriles de RENFE, establecida en Madrid, y con cabecera en la estación de Madrid-Atocha. En 1953 es ayudante de maquinista de tracción eléctrica en Madrid-Príncipe Pío. Se casó en el año 1958, tras un año de noviazgo y se van de viaje de novios a Mallorca, aunque por las turbulencias no tiene buenos recuerdos de su regreso en avión. Estando en Aravaca, en casa de su hermana, casada con el factor de circulación de Aravaca, recibe carta de aviso de examen de ingreso a maquinista en Príncipe Pío. Realizó el examen de maquinista y de las locomotoras 7500. Tiene dos hijos nacidos en Almería (hijo e hija). Siguiendo la tradición, su hijo mayor es ferroviario (como el padre, el abuelo y el tatarabuelo). El abuelo, el padre de Francisco, trabajó en la Central como maquinista de máquina fija. Explica que en la Central trabajaban 14 o 15 personas, todas de RENFE y siendo muchos eventuales de los cuales muchos pasaron a ser fijos. Se realizaban dos turnos. Francisco solicita trabajar en Barcelona donde reside desde el año 1960, durante 17 años, en Premiá de Mar. En el año 1976-1977 pasa a ser monitor en Atocha, aunque en un principio no quiere ser monitor, por cuestiones económicas. Explica que su máquina favorita era la japonesa, con la que trabajó como monitor y jefe de maquinista. La más utilizada por él fue la 7600. Cuenta que por promoción eran 5 o 6 maquinistas, aunque también hubo otras promociones con 60 personas. La formación duraba entre 7 u 8 meses, incluidas las prácticas. Cuenta varias anécdotas como la avería que sufrió uno de los trenes que conducía en el Puente de los Franceses, y cómo salió airoso de ella o el atropello de varias vacas entre Cercedilla y Tablada, de camino a Santander por Segovia. También explica cómo se arreglaban los motores en los talleres, y el procedimiento utilizado. Estos tenían un foso por cada locomotora, una fragua y un torno. En el año 92, Francisco se jubila con 59 años recién cumplidos.

Cantón López, Francisco (Entrevistado)

Entrevista realizada a Elena Gómez García e Isabel Lora Lázaro por Ana Cabanes Martín, en la sede de la Fundación de Ferrocarriles Españoles (Calle Santa Isabel 44, Madrid), el día 21 de julio de 2006. Consta de 1 cinta-casete, 44 minutos y 13 segundos de grabación y 21 páginas de transcripción realizada por Ana Cabanes Martín

  • ES 28079. AHF D-1-2-1-3-PHO-0003-0001
  • Unidad documental compuesta
  • 2006-07-21
  • Parte deColecciones

RESUMEN DE LA ENTREVISTA:
Elena Gómez García, nació el 21 de agosto en el año 1961 en Narros del Castillo, provincia de Salamanca, a la muerte de su padre, ferroviario del Servicio de Vía y Obras que fallece por enfermedad en 1974, cuando acababa de obtener una plaza como conductor de dresina de electrificación en Salamanca. Elena, nos cuenta en esta entrevista sus datos y antecedentes familiares, su madre también fue ferroviaria a la muerte de su padre, ingresó como limpiadora, después como telefonista y se prejubiló como peón especializado.
A la muerte de su padre, en 1974, con trece años entra en el Colegio de Huérfanos Ferroviarios de Alicante, donde estará sólo un año, para luego trasladarse al de Palencia, donde realiza sus estudios de bachillerato y en el que permanece hasta el año 1978, en que vuelve a su casa a finalizar los estudios de COU.
Isabel Lora Lázaro, nació el 14 de noviembre de 1969 en Madrid. Su padre, ayudante de maquinista, fallece en un trágico accidente al explotar la máquina de vapor que conducía. Su madre comenzó a trabajar en RENFE como informadora en Atocha. Entró en el colegio de Alicante en 1975, con sólo seis años de edad, junto con su hermana, un año mayor que ella y que hoy trabaja en Renfe Operadora. En 1980 fallece también su madre en un accidente automovilístico. Isabel conocida por todos como “Hache” estudió Formación Profesional en el colegio de Alicante, donde estuvo hasta 1985.
Ambas coincidieron un año en el colegio de Alicante, y posteriormente en la Fundación de los Ferrocarriles Españoles en la que trabajan desde 1986.
En esta entrevista nos cuentan sus avatares, su vida en el Colegio de Huérfanos Ferroviarios, nos acercan a las costumbres, uniformes, comidas, educación, profesores e instalaciones de esta institución, con dos puntos de vista muy diferentes, más dulce en el caso de Hache y algo más amargo en el de Elena, pero ambas orgullosas de su paso por el colegio.

Cabanes Martín, Ana (Entrevistadora)

Entrevista realizada a Antonio Sieiro Bouza por Pilar Díaz Sánchez, en la Fundación de los Ferrocarriles Españoles (Madrid), el día 9 de mayo de 2000. Consta de 1 cinta-casete, 85 minutos de grabación y 43 páginas de transcripción realizada por Pilar Díaz Sánchez

  • ES 28079. AHF D-1-2-1-1-PHO-0001-0026
  • Unidad documental compuesta
  • 2000-05-09
  • Parte deColecciones

RESUMEN DE LA ENTREVISTA:
Nace en 1932 en Orense e ingresa en RENFE en agosto de 1952. Siempre relacionado con las máquinas. Trabaja en Vía y Obras pero con maquinaria.
Hijo de ferroviario de la Compañía del Oeste. Describe las duras condiciones de trabajo de su padre al que le llevaba la comida de pequeño. Cuando es un adolescente y está trabajando en una fábrica de cepillos recibe la visita de “un señor” que va buscando gente y se mete en RENFE. Su familia viajaba con pases de ferroviario que había que pedir don 15 días de antelación. Su familia pasaba mucha hambre y gracias a que su padre se ayudaba con el trabajo en el campo sobrellevaban la miseria.
En 1951 se mete en RENFE y va a San Sebastián donde está de peón eventual. Descripción muy interesante de la vida en los barracones, con 200 hombres. Destaca la figura del “listero”, que recogía toda la información de los trabajadores en RENFE. Como se admitía a todo el mundo, se mete gente a la que luego va a buscar la Guardia Civil. Relata las duras condiciones de trabajo eventual, cada 2 o 3 meses el Capataz le renovaba el contrato, por otros 2 meses y así estuvo 6 ó 7 años, viviendo en los barracones, en literas y con rancho. Vuelve a hablar de esta vida a lo largo de toda la entrevista. Relata un incidente con algunos vascos que les llaman perros y que se convierte en un auténtico motín.
Para él el bateo y el rebaje es lo más duro. Luego describe cómo se van utilizando las máquinas para la renovación de la vía y él es el que utiliza las primeras máquinas y además las repara. Más tarde se dedica sólo a la reparación de las mismas en toda España.
En la renovación de la vía, es decir en los pueblos no hay economato, de esto sólo se benefician las gentes de las grandes poblaciones.
Su vida es muy dura, aunque asciende paulatinamente y sube hasta las categorías superiores, se jubila como Jefe de Sección, pero cuando está trabajando en reparaciones de maquinaria, Departamento de Estudio y Reconstrucciones, con residencia ya en Madrid, está meses sin dormir en una cama.
Señala como líderes obreros de estos años a Francisco Gutiérrez y él mismo. Dice que ha sido un “desarraigado” y que el vivir en vagones toda su vida le ha convertido en un líder. Afirma en diversas ocasiones “he sido un esclavo de la Empresa”.

Sieiro Bouza, Antonio (Entrevistado)

Entrevista realizada a Antonio Fonseca Dorado por Ana Cabanes Martín, en la sede de la Fundación de Ferrocarriles Españoles (Calle Santa Isabel 44, Madrid), el día 25 de julio de 2006. Consta de 1 cinta-casete, 42 minutos y 49 segundos de grabación y 21 páginas de transcripción realizada por Ana Cabanes Martín

  • ES 28079. AHF D-1-2-1-3-PHO-0003-0003
  • Unidad documental compuesta
  • 2006-07-25
  • Parte deColecciones

Antonio Fonseca Dorado nació el veintidós de junio de 1961. Su padre, Ambrosio José Fonseca Díaz, era peón “raspao” en RENFE en Villaverde Bajo. Es el pequeño de cinco hermanos, ninguno de ellos ha trabajado en el ferrocarril, sólo Antonio. Su padre murió cuando el tenía 7 años y desde los 8 estuvo en el Colegio de Huérfanos Ferroviarios. Ahora está casado y lleva 20 años trabajando en la Fundación.
En el primer colegio que estuvo fue en Ávila, donde entró con 8-9 años y estuvo 4. Después estuvo en Madrid otros dos años y en León otros dos. Nos cuenta un poco como fue su vida en estos colegios y cómo lo pasó.
La vida en el colegio de Ávila era dura, las monjas daban las clases, que en general eran buenas, pero ponían castigos muy duros. La comida era muy mala y pasaban mucha hambre, solo comían bien cuando hacían alguna fiesta e iban los consejeros, directores… La ropa que les daban era usada y dormían juntos en habitaciones de 80 niños.
En Madrid ya los profesores eran de la calle y les permitían salir los fines de semana a casa si tenían menos de dos asignaturas suspensas. La comida no era tan mala como en Ávila.
En León era diferente, te dejaban fumar, el pelo largo, podías salir, castigaban menos. Hacían campeonatos de futbol con gente de fuera del colegio. En León los del colegio eran conocidos como los del chef y tenían muy mala fama. Hacían también concursos de teatros y de play back.
En los colegios también realizaban fiestas, como maría Auxiliadora o San Juan Bosco y tenían vacaciones de semana santa, navidad y verano.
Antonio en los ochos años que estuvo en Colegios de Huérfanos Ferroviarios no se sacó ningún estudio, aunque realizó la FP.

Cabanes Martín, Ana (Entrevistadora)

Entrevista realizada a Alejandro Sánchez Inchausti y Jorge López Cardiel, antiguos maquinistas de tracción diésel y tracción eléctrica, por Ana Cabanes Martín, en el salón de actos del Museo del Ferrocarril de Madrid y en el interior del Automotor TER 597-010-8 (Ex 9710), ubicado en la nave central del Museo, el día 19 de noviembre de 2015. Consta de 3 archivos audiovisuales en formato avi (604 MB / 2,87 GB / 1,45 GB), con 1 hora, 13 minutos y 25 segundos de grabación (00:08:52 / 00:43:26 / 00:21:07), y 30 páginas de transcripción realizada por Rosana Sánchez de Bustamante González

  • ES 28079. AHF D-1-2-1-4-PHO-0004-0004
  • Unidad documental compuesta
  • 2015-11-19
  • Parte deColecciones

Resumen Video 1: Alejandro Sánchez Inchausti “el Guerra” y Jorge López Cardiel “el Chatarrero”, maquinistas jubilados de Renfe, han sido entrevistados con motivo de la exposición denominada "TER: 30 años de servicios ferroviarios" (http://www.docutren.com/expoter/index.asp). En este video Alejandro narra su trayectoria como maquinista de TER y Talgo, desde sus primeros contactos con los trenes, ya que era hijo de maquinista (Sánchez Guerra, de cuyo segundo apellido procede su “nombre de combate” en el ferrocarril). Cuando su padre ingresó en RENFE, se fundó el grupo de maquinistas de tracción diésel. Estando su padre destinado en Galicia, los primeros automotores prestaban servicio entre Madrid y Coruña, y él acompañaba al equipo durante el mantenimiento de los trenes. Al volver su padre a Madrid, Alejandro quería entrar en la escuela de aprendices, pero al llegar el Talgo, su director preguntó a los maquinistas de RENFE si conocían a algún aprendiz, y los maquinistas se lo propusieron a su padre. A pesar de que él no quería, tuvo que obedecer a su padre e irse a Talgo. Ingresó en Talgo el 24 de septiembre de 1951, como aprendiz de electricista, a las órdenes de Pablo Herreros, jefe del depósito de Aravaca, el primer maquinista que hizo las pruebas de los Talgo. Al poco tiempo, el oficial electricista se volvió a Renfe, y con veinte y pocos años Alejandro se hizo cargo de la parte eléctrica. Luego continuó preparándose, hizo también mecánica y su ascenso fue muy rápido, hasta jubilarse como jefe de departamento de locomotora. Alejandro comenta la importancia de que hubiera habido un mayor contacto del personal de reparación con el de conducción, y que los mecánicos y electricistas tenían que haber hecho más viajes, para que los problemas que surgían durante el trayecto se hubieran podido solucionar con mayor rapidez y eficiencia. En este aspecto, él había tenido una gran ventaja en su etapa de maquinista, al tener conocimientos tanto de mecánica como de electricidad. A continuación comienza su presentación Jorge López Cardiel, pero interrumpen la grabación porque está sonando su teléfono móvil.

Resumen Video 2: Jorge López Cardiel, “el Chatarrero”, comenzó en Mercancías y luego estuvo dos años en Aravaca, en los Talgo. En 1984 pasó a Cerro Negro, algo considerado de privilegiados en esa época, donde estaban los automotores diésel, como ayudante de maquinista. A los dos meses de hacerse maquinista, lo reclamaron del TER, para ubicarlo ya definitivamente en los depósitos de Cerro Negro, donde comenzó su labor de unión entre el taller y los maquinistas, algo que se sustanció al crearse las UNEs, concretamente la UNE de Regionales, a la que dieron los automotores, pasando así de los automotores diésel al comienzo de su vida laboral, a los trenes eléctricos a partir de la creación de Regionales. A continuación, hablan de la introducción del TER en el año 1964. Alejandro recuerda que su padre recibió en Príncipe Pío el primer TER que vino, y luego pasó a ser maestro de talleres en Cerro Negro, donde, en su día de descanso, Alejandro lo acompañaba en los viajes de pruebas de los TER. Alejandro explica la reparación y modificación del 9711, en Aravaca, pues le pidieron que averiguase por qué los motores, bien reparados en Fiat, duraban sólo 40 o 50.000 kilómetros. Él descubre la causa de tantas averías, que era el excesivo precalentado: algunos maquinistas dejaban el tren en marcha toda la noche, para no estar pendientes, en lugar de ir con tiempo suficiente por la mañana para calentar el motor. Luego pasan a hablar de los maquinistas, y Jorge relata que, al principio, en RENFE iban un maquinista y su ayudante, al que se permitía practicar la conducción bajo la supervisión del maquinista. La razón de que tuvieran que ir dos personas en la cabina era por una exigencia debida a que el TER al principio era muy precario en sistemas de seguridad. Al evolucionar la seguridad, ya se autorizó a que en los trenes fuera solamente el maquinista, como sucede actualmente. Alejandro comenta el confort que supuso el TER, debido sobre todo a que su centro de gravedad era muy bajo y la estabilidad proporcionada por la situación del motor horizontal bajo el vehículo. Sin embargo, la velocidad comercial alcanzada no superaba los 100 km por hora, a causa de la orografía y el tipo de vías, ya que el 80% de ellas tenían traviesas de madera. Luego hablan de la organización de los talleres de Cerro Negro. Alejandro manifiesta que estaba muy bien montado y el personal muy preparado, pero poco a poco fueron cerrando departamentos por falta de presupuesto. Jorge añade que, aunque había depósitos en Sevilla y Barcelona, el depósito base era Cerro Negro. Y al principio, los únicos maquinistas autorizados eran los del TER, los de Cerro Negro; eso implicaba que, al tener que ir una misma pareja de conducción siempre con un tren, tenían que estar siete días o más fuera de casa. Con las actualizaciones del TER y la autorización a los maquinistas para otros vehículos y no sólo uno, empezó la decadencia de los vehículos y la dejadez en el cuidado de los mismos. Continúan con sus experiencias en la conducción del TER, desde la época gloriosa de los primeros veinte años, pasando por las posteriores modificaciones en los vehículos, los distintos trucos que utilizaban en caso de averías o fallos durante los viajes, el paso de dos maquinistas a uno en cada tren… También comentan sus trayectos de larga distancia, como el Madrid – Lisboa, los transversales Salamanca – Barcelona , Madrid – Sevilla –Cádiz. Al crearse la UNE de Regionales, el TER dejó estos servicios, que pasaron a Talgo, y empezó a utilizarse en Regionales, para terminar como trenes turísticos. Todas estas experiencias les resultaron muy agradables. El último viaje comercial del TER en España fue en 1995, el TER 52. Luego vino una delegación argentina, que compró dos unidades TER, otras dos locomotoras y coches de viajeros. Jorge fue uno de los encargados de llevarlos a Argentina, a la provincia de Río Negro, formar a un grupo de personas y poner en marcha el TER en la ruta Bariloche – Buenos Aires. Comentan anécdotas variadas sucedidas en los viajes, relativas a averías o por ejemplo a la preparación de las comidas en los llamados “cuartos de agentes”, donde pernoctaban siete u ocho parejas de maquinistas, turnándose para comprar, cocinar, etc. Alejandro recuerda cuando, en la época de las máquinas de vapor, cocinaban sobre las ascuas colocadas en la pala, y allí se hacían sus pucheros. Jorge comenta un viaje al taller de Málaga para reparar el TER número 11, donde estuvieron una semana y coincidió con Alejandro, disfrutando de una semana de restaurante y playa. Terminan hablando de los diferentes cambios de color en los TER, desde su original azul, hasta la creación de las UNEs (de Regionales, Largo Recorrido…), con un color diferente cada dos o tres años; en la actualidad, los trenes son blancos, con una raya del color característico de cada UNE.

Resumen Video 3: Alejandro y Jorge recorren el interior de un TER en el Museo del Ferrocarril de Madrid mientras explican las características y funcionamiento de los diferentes coches que lo componen. Empiezan por el coche motor, que utilizaban para realizar los cambios de sentido, para no tener que ir marcha atrás y hacerlo de forma más rápida. A continuación pasan al coche de primera clase, donde comentan la posibilidad de girar los asientos para cambiarlos al sentido de marcha; muestran las bandejas sujetas con imanes, donde se podía colocar la comida o bebida que te servían; los timbres para llamar al camarero. Luego entran en el coche donde estaba la cocina y recuerdan los buenos menús que servían, en el cual, posteriormente se quitaron los muebles donde guardaban el menaje, etc, y pusieron asientos en su lugar. Pasan al coche de segunda clase, con sus espacios para colocar el equipaje de mano sobre los asientos. Alejandro relata cuando los pasajeros llevaban hasta las meriendas, etc. Llegan al furgón de equipajes, donde Jorge comenta que además llevaban allí en unos armarios las aceiteras para engrasar el tren, el teléfono portátil, banderines, petardos… El equipo del aire acondicionado que daba servicio a los dos coches lo tenían en ese furgón. Y también en ese furgón iba el jefe de tren. Finalmente entran en la cabina principal del coche motor, donde está el control del motor de tracción. Jorge va mostrando los diferentes elementos: el termómetro del agua del motor, el Tren Tierra (sistema de control de señales que facilitó que fuera un solo maquinista), el hombre muerto (que tenían que llevar siempre pisado el pedal); explica el funcionamiento de la máquina: su encendido, puesta en marcha…; el pupitre en el que detectaban las posibles anomalías; enseña el teléfono con el que se comunicaba con el puesto de mando (y que supuso una comodidad, ya que antes tenían que bajar del tren y utilizar el teléfono que había en la señal); hay también un cajón donde se montaba el equipo de música en los trenes turísticos, con altavoces en los vagones. Para terminar, comentan algunos cambios, como la circular del alcohol, la desaparición de las azafatas, y alguna incidencia con los materiales transportados. Lo más grave que recuerdan fue el accidente del TER que iba a Coruña y Vigo, que chocó en Las Navas del Marqués contra un tractor que se quedó sin frenos; hubo muchos muertos. Finalizan con el relato de un suceso en el que unos chicos que estaban en un internado en Sigüenza, un viernes en que volvían a Guadalajara entraron en el aseo del tren, cogieron todas las servilletas que allí había y las quemaron en una papelera; no consiguieron apagar el fuego que se produjo y se quemó el coche motor del tren.

Museo del Ferrocarril de Madrid (1984- )

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