NOTA HISTÓRICA: La “Compagnie des Chemins de Fer de La Carolina et extensións” fue constituida en Bruselas el 5 de octubre de 1907, nombrando como presidente del Consejo de Administración a Gonzalo Figueroa y Torres, conde de Mejorada del Campo y Senador. Fomando parte del grupo de fundadores: José del Prado y Palacio, marqués del Rincón de San Idelfonso (ingeniero agrónomo), Antonio Conejero Sanchez, Devaux, Germont (ingeniero), de la Fontaine (ingeniero) y Guillón (ingeniero). La sociedad contó con un capital de cuatro millones de francos representados en 8.000 acciones de 500 francos nominales. Emitiendo seguidamente y a finales de 1907, otras 8.000 obligaciones de 500 francos.
Esta compañía era concesionaria de la línea Linares a Baeza, cuya concesión transfirió en 1912 a la “Compagnie d´Electricité et Tracción en Espagne", sociedad explotadora de los tranvías eléctricos de Linares. En 1925 la “Compagnie des Chemins de Fer de La Carolina et extensións" se acogió al Regimen Ferroviario establecido en el R.D. de 12 de julio de 1925, quedando fijado su valor de establecimiento en 5.413.433,66 pesetas y el capital real en 2.416.632,81 pesetas. Se vio obligada a traspasar la concesión a una nueva sociedad española que pasó a denominarse “Compañía del Ferrocarril de La Carolina y prolongaciones” por autorización de la R.O. de 7 de julio de 1927. La sociedad se constituyó en Madrid el 30 de diciembre de 1927 por escritura otorgada ante notario Alejandro Santamaría, inscrita en el Registro Mercantil de Linares (Jaén) y sus representantes legales, Antonio Valenciano, Juan Rozpide y Andrés Hernández. Creándola con un capital de 3.174.250 pesetas, presidiéndola Antonio Valenciano Mazeres, actuando como vice-presidente el Barón Carton de Wiart. En 1954 la compañía toma el nombre de “Compañía del Ferrocarril de La Carolina y Prolongaciones, S.A.” cuyo presidente Ricardo Sánchez-Moreno Balaca solicita al Ministerio de Fomento, el 20 de diciembre de 1956 , recindir el contrato de concesión de las líneas de La Carolina la mina San Roque y de la Mina San Roque a Linares, el abandono de la explotación, levante de las líneas y enajenación del material y la liquidación de la compañía . Aun así la explotación siguió hasta el 11 de octubre de 1961 en que la fue abandonada por el concesionario.