- ES 28079. AHF A-3-2-1-1-A-0224-0037
- Unidad documental compuesta
- 1896-07-03 - 1896-07-31
Parte deFondos antiguos
- Oficios y minuta. (1896 julio 3/1896 julio 31)
Compañía de Los Caminos de Hierro del Sur de España (1889-1929)
Parte deFondos antiguos
Compañía de Los Caminos de Hierro del Sur de España (1889-1929)
Parte deFondos antiguos
Compañía de Los Ferrocarriles Andaluces (1877-1936)
Parte deFondos antiguos
Compañía de Los Ferrocarriles Andaluces (1877-1936)
Parte deFondos antiguos
Compañía de Los Caminos de Hierro del Sur de España (1889-1929)
Parte deColecciones
RESUMEN DE LA ENTREVISTA:
Francisco López Gómez nació el día 23 de mayo de 1949 en la estación de Doña María, provincia de Almería. Está casado y tiene tres hijas. Sus antepasados son ferroviarios. Su abuelo paterno era peón de depósito en el servicio de Tracción y murió en un accidente. Su padre fue primero encendedor en las máquinas de vapor y después oficial calderero. Su madre hacía las labores domésticas. Tiene dos hermanas, pero ninguna de ellas está casada con ferroviarios. Francisco estuvo en la escuela del pueblo y después en la de la estación, construída hacia el año 60, desde los cinco años hasta los dieciséis, edad en la cual comienza su formación ferroviaria en la Escuela de Formación Profesional de Almería. A los diecisiete años se muda con su familia a vivir a Guadix, con motivo del traslado de su padre en el trabajo, a aquella localidad. El día 18 de mayo del año 1968 ingresa en RENFE como voluntario en prácticas en la décima promoción del regimiento de zapadores ferroviarios. Francisco expone que aunque en la Escuela a la que asistía en Doña María, solo se cursaba el plan de estudios básico de la época, sin formación específica en el mundo del ferrocarril, él ya contaba con ciertas nociones gracias al ambiente que giraba en torno al mundo de los trenes.
Su trayectoria profesional pasó por determinados destinos, estando dos años en Pamplona, intercalados con otro en Cuatro Vientos. Al licenciarse es trasladado a Vic, provincia de Barcelona, como obrero especializado en máquinas de tracción cuando se produce el cambio.
En cuanto a las condiciones de vida en Doña María, eran humildes, contando con viviendas pequeñas, iluminadas a base de petróleo ya que la electricidad se generaliza a partir del año 1974-75. El agua debía ser traída de Guadix, porque la que estaba disponible en un nacimiento al otro lado de la sierra, era casi insalubre.
La RENFE no proporcionaba servicio médico, utilizando sólo en los casos de urgencia una máquina y un vagón, trasladando al herido a Almería. Tampoco se disponía de iglesia, no celebrándose oficios de ningún tipo.
El poblado ferroviario no contaba con Ayuntamiento propio ni con dependencias de la Guardia Civil, dependiendo de la brigadilla de Guadix. El entrevistado afirma que recuerda de pequeño comentarios acerca de represaliados políticos llegados al poblado, visto en la época como lugar de castigo.
Como término, apuntar que las relaciones entre el personal ferroviario y los autóctonos del lugar, salvando casos excepcionales, eran buenas y cordiales.
Polo Muriel, Francisco (Entrevistador)