Vista tomada desde uno de los estribos, desde el lado de Córdoba en dirección a Málaga, en la que se aprecian los daños sufridos por la infraestructura, tras el arrastre del puente. Se ve como el tramo metálico ha desaparecido, quedando la vía sin sujeción y convada por su propio peso. Sobre las traviesas se han dispuesto unos tablones a modo de pasarela, para facilitar el paso. Al fondo, junto a la vía se distingue la casa del paso a nivel de un camino en el cortijo de "La Torrecilla".
La instantánea deja patente la virulencia de las riadas sufridas a lo largo de toda la geografía andaluza en el invierno de 1948, y especialmente en el valle del Guadalquivir.