Final de una era del ferrocarril. Cuando los ingenieros proyectaron la voladura con dinamita de un depósito de carbón de una pasarela de unos 30 metros de altura que se utilizaba en el ferrocarril de Rock Island cerca de Morris, Illinois, éstos se vieron sorprendidos por un problema: la pasarela, antiguamente destinada para cargar las máquinas, cayó a tierra casi intacta, sin sufrir daños. La dinamita no había podido destruir completamente los bloques de cemento blindado. Había sido construida en 1921 y realmente está a prueba de las mayores presiones. No ha habido más remedio que apuntalarla nuevamente y dejarla como símbolo de lo que fue una era del ferrocarril.
En la fotografía los obreros retiran las vías de debajo de la rampa antes de proceder a la demolición. Esta fase de la operación duró dos semanas e incluyó la construcción de una línea temporal alrededor de la rampa y la reubicación de todas las señales y cables de comunicaciones.