- ES 28079. AHF D-1-2-1-3-PHO-0003-0003
- Unidad documental compuesta
- 2006-07-25
Parte deColecciones
Antonio Fonseca Dorado nació el veintidós de junio de 1961. Su padre, Ambrosio José Fonseca Díaz, era peón “raspao” en RENFE en Villaverde Bajo. Es el pequeño de cinco hermanos, ninguno de ellos ha trabajado en el ferrocarril, sólo Antonio. Su padre murió cuando el tenía 7 años y desde los 8 estuvo en el Colegio de Huérfanos Ferroviarios. Ahora está casado y lleva 20 años trabajando en la Fundación.
En el primer colegio que estuvo fue en Ávila, donde entró con 8-9 años y estuvo 4. Después estuvo en Madrid otros dos años y en León otros dos. Nos cuenta un poco como fue su vida en estos colegios y cómo lo pasó.
La vida en el colegio de Ávila era dura, las monjas daban las clases, que en general eran buenas, pero ponían castigos muy duros. La comida era muy mala y pasaban mucha hambre, solo comían bien cuando hacían alguna fiesta e iban los consejeros, directores… La ropa que les daban era usada y dormían juntos en habitaciones de 80 niños.
En Madrid ya los profesores eran de la calle y les permitían salir los fines de semana a casa si tenían menos de dos asignaturas suspensas. La comida no era tan mala como en Ávila.
En León era diferente, te dejaban fumar, el pelo largo, podías salir, castigaban menos. Hacían campeonatos de futbol con gente de fuera del colegio. En León los del colegio eran conocidos como los del chef y tenían muy mala fama. Hacían también concursos de teatros y de play back.
En los colegios también realizaban fiestas, como maría Auxiliadora o San Juan Bosco y tenían vacaciones de semana santa, navidad y verano.
Antonio en los ochos años que estuvo en Colegios de Huérfanos Ferroviarios no se sacó ningún estudio, aunque realizó la FP.
Cabanes Martín, Ana (Entrevistadora)